Pueden existir circunstancias que te lleven a considerar pedir una baja voluntaria sin preaviso. Antes de dar este paso, debes informarte bien sobre las consecuencias de esta decisión.
Muchos trabajadores no están satisfechos con su empleo actual. La baja remuneración, un ambiente de trabajo hostil y la carencia de oportunidades para ascender son las causas más comunes. Tienes todo el derecho a aspirar a mejores condiciones de trabajo, pero, si decides cambiar, hazlo de la manera apropiada.
Asegúrate de dejar abiertas todas las puertas en tu trayectoria profesional. Nadie sabe qué vueltas dará la vida y nunca está de más dejar una buena impresión.
¿Qué debes saber sobre la baja voluntaria sin preaviso?
El artículo 49 del Estatuto de los Trabajadores contempla las condiciones que dan lugar a la finalización del contrato laboral. En el apartado d) se refiere a la baja voluntaria. En este sentido, estipula que el trabajador debe cumplir con el preaviso previsto en los convenios colectivos o los reglamentos internos de la empresa. En consecuencia, conviene estar al tanto de lo que establece el convenio de tu empresa o sector. En general, el plazo para la notificación previa es de 15 días.
Cabe destacar que estos requisitos no se suelen recogen en el contrato de trabajo. Dado que no es un derecho que pueda acordarse de forma individual, hay que ceñirse a la negociación colectiva. Esta norma rige tanto los contratos indefinidos como los de duración determinada, siempre que estos sean superiores a un año. El preaviso es obligatorio aunque no hayas firmado un contrato. La legislación estima que, aún en ausencia de este documento, priman los derechos y obligaciones propios de la relación laboral.
Los trabajadores en periodo de prueba son los únicos exentos de cumplir el preaviso. Para que el periodo de prueba se considere como tal y sea válido, debe recogerse en el contrato de trabajo. De igual forma, debe enmarcarse en los límites de tiempo establecidos en el convenio colectivo.