La importancia de seguir formándose

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Vivimos un momento en el que el mercado laboral se mueve en la búsqueda de profesionales con talento, proactivos y multidisciplinares. Aquellos que son capaces de demostrar lo que saben, y se hacen notar como expertos sobresalientes, amplían notablemente su atractivo para ser contratados por empresas.

En esta entrada hablaremos sobre la importancia de seguir formándose en todas las etapas de la vida laboral, ya que no sólo aquellos en desempleo deben invertir su tiempo en mejorar sus conocimientos y empleabilidad.

Julio, agosto y verano son sinónimos de vacaciones. Lo primero que viene a la mente cuando se piensa en estos meses es cómo emplear el tiempo libre para abandonar por completo el pensamiento del trabajo, de los estudios o del no haber sido contratado para un puesto de temporada estival. La película de terror de algunos viene después con el regreso de septiembre y la vuelta a la realidad. El estrés se dispersa entre vecinos, las infinitas colas de espera en supermercados por la vuelta al colegio animan a los nervios y los medios de comunicación comienzan en sus titulares con su ya famoso síndrome postvacacional.

Por muy saturados que nos sintamos a veces, siempre hay tiempo libre. ¿Media hora, una hora, dos…? Si se reduce el tiempo que se suele desperdiciar delante de la televisión o el ordenador, también el de quejarse del calor que todos sentimos -muy típico en esta época del año-, y se invierte ese tiempo recuperado de hacer nada en quitarse la vagancia: estamos ante un punto de inflexión en la vida y, ante todo, en la empleabilidad.

¿En qué invertir ese tiempo? En continuar formándote, ya que es esencial por las siguientes razones…

… si eres desempleado:

1º Te mantienes activo y no caes en la monotonía de esperar a que el trabajo caiga del cielo.

 Te haces notar y demuestras tu interés por mantenerte actualizado en tu campo de trabajo.

3º Si no tienes área de trabajo concreta amplías tu empleabilidad al abarcar más sobre temas diversos. En muchos casos se requiere personal multidisciplinar. Además te puede ayudar a encontrarte con tu vocación.

4º Conoces a personas en tu misma situación con las que compartir experiencias. Poner en común ideas de mejora trae consigo relaciones simbióticas. También conoces a profesionales que imparten las clases, probablemente estuvieron en la misma situación que tú, y que te pueden ayudar en la orientación en sus campos del conocimiento. Sin duda, tu red de contactos profesional se hace más grande.

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